8 de Marzo, día internacional de la mujer,
y se las ve a todas muy contentas, desde las primeras horas del día son agasajadas
con una lluvia de felicitaciones, más sin embargo no todas saben la historia
que hay de tras del día del calendario, y por su lado tampoco los hombres saben
la historia y lo que es peor algunos tampoco saben el valor real de una mujer.
Ellas, son las que no permiten que el miedo
la espante a la hora de hacerse cargo de los hijos, permanecen al lado de ellos
aun cuando la situación parece ponerse de la peor manera posible, ellas luchan
con todas sus fuerzas para conseguir alimentar, darle un techo, educación, y
mucho amor, aun cuando ellas están destrozadas.
Ellas son las que nunca descansan, nunca,
ni los domingos en la noche. Ellas son las que llevan la carga pesada todo el
tiempo. Hacen la mayoría de los quehaceres de la casa, sin importar que también
estén insertadas en el campo laboral (trabajando 40 horas o más a la semana) de
igual forma se las arreglan para que todos tengan ropa limpia, comida caliente,
y todo en orden en la casa. En muchos casos ellas representan la mayor entrada económica
o hasta la única entrada económica de un hogar.
Ellas son las que nunca se rinden, las que
algunos ignorantes llaman el sexo débil, pero que no saben lo que es soportar
todo lo que ellas soportan y eso sin mencionar a Andrés quien la visita una vez
al mes acompañado de intensos dolores y cambios hormonales. O lo que soportan
durante los embarazos y posteriormente los partos.
Ellas han llevado la carga de siglos de
machismo inculcados por las religiones y libros sagrados (como la biblia) donde
claramente se las muestras sumisas por debajo del hombre, es triste que aun en
pleno siglo XXI estemos tratando con los efectos segundarios de estas enseñanzas
medievales, que han costado tantas vidas,
es triste ver como cada día mujeres pierden sus vidas por causas del
machismo, es triste ver como cada día las mujeres son discriminadas, maltratadas
y abusadas. Es triste ver que algunas se conforman con un día internacional,
cuando deberíamos estar celebrando la igualdad de géneros, cuando deberíamos
estar valorando la importancia de todos en esta vida, cuando deberíamos estar
celebrando el importantísimo lugar que todos estamos ocupando en favor de
ellas, en favor de todos.
Ellas son la fuente de la vida, ellas son
la eterna alegría, ellas son la luz que iluminan los caminos de millones cada día.
Un día no es suficiente para agasajarlas. Se merecen todos los días y que nunca
más sean golpeadas o asesinadas. Es hora de que ocupen el lugar que le pertenecen.
Juntos podemos hacer mejor las cosas.