Por más desdichados que se piense que se
sea, tenemos un millón de ingredientes para ser completamente feliz, el secreto
en disfrutar quienes somos, vivir sin dramas, perseguir nuestros sueños, ayudar
a los demás, entender que nuestras caídas no son un fracaso, sino aprendizajes,
disfrutar valorizar y entender la naturaleza y todas las maravilla que nos
ofrece, días soleados, lluviosos, fríos y calurosos.
Nunca olvidar que la vida es solo una y que
es viaje directo a la muerte, cuando logremos entender ese concepto esa realidad
invariable que no podrá sorprendernos ya que así comprenderemos que lo importante
es el viaje y no el destino, dejando al descubierto el bonito paisaje que nos
rodea y que podemos iluminar con nuestra sonrisa como el sol ilumina a nuestro
planeta.
Comprender que la vida no es de color de
rosa, pero tenemos otros colores y un gran pincel para darles el color que queramos,
lograr lo que es para muchos es imposible mientras te diviertes siempre es
gratificante. Vivir nuestras vida es nuestro propio proyecto, por eso no tiene
caso culpar a los demás, aprovechemos todo cuanto podamos para estar en armonía
con nosotros mismo.
Respondernos diariamente estas preguntas: ¿Qué
hice hoy? ¿Cómo me siento en este punto de mí vida? ¿Cuáles cosas disfruté más
en el día? ¿Qué ideas tienes? ¿Cuál es tu reflexión del día?
Dejémonos de dar tantas quejas, es hora de
tomar acción, ser parte de la solución no parte del problema.
Sea feliz y comparta su felicidad con los demás,
incluyendo a nuestro planeta. Lea investigue y cuestione.
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