De acuerdo con el pensador, matemático
griego Pitágoras, a quien se le atribuye el término ‘’Filosofía” la vida del
hombre es muy similar a los juegos Olímpicos, en donde existen 3 clases de
personas: a) los que participan en los juegos y solo buscan honor y gloria. B)
Los que aprovechan o intentan aprovechar la oportunidad para hacer actividad comercial
para ganar riquezas y poder. C) los que no les importan ni el aplauso ni el
lucro, pero que con afán acuden para observar el espectáculo.
Me imagino que con esta comparación Pitágoras habrá hecho muy feliz a miles de
millones de personas a través de los siglos, más sin embargo entiendo que dejo
fuera muchos otros tipos de personas. Los
que tienen un compromiso personal con ellos mismos y hacen las cosas por la
propia convicción de estar haciendo lo correcto, sin ningún interés en
aplausos, ni fama, ni por riquezas, que
no les importa mucho el espectáculo. O que
tal los que se cansaron de observar el espectáculo y se convencieron de que
tienen las habilidades necesarias para hacer mejor papel que los que están participando,
y que también puede hacer más que lo que simplemente se están lucrado y también
decide lucrarse pero con única intención de ayudar a quienes no tienen la
oportunidad, esos a los que llamamos Filántropos. Palabra griega que significa amor a la
humanidad (Filantropía)
Es posible
confundir la “filantropía” con la “caridad” pero en realidad son palabras muy
diferentes, yo diría que hasta son palabras antónimas. Mientras que la caridad
es una dadiva que brindan los esclavos del dinero, para sentirse bien ellos
mismos, pero no resuelve ningún problema de raíz, pues solo es una solución de
corto plazo, la filantropía busca resolver los problemas de una vez y por
todas, puedo ejemplificar haciendo una comparación con la famosa anécdota de
que La caridad, le da un pescado a un hombre hambriento, mientras que la Filantropía
prefiere enseñar a dicho hombre a pescar.
Aunque
para muchos, sobre todo a los materialistas, (a los que con frecuencia me
refiero a ellos como esclavos del dinero) les cueste creer, o tan siquiera
imaginarse el hecho de que pueda existir alguien que no tenga precio, alguien
que no hagas las cosas única y exclusivamente por motivos económicos, pues con
mucha alegría les comunico que los hay, y no somos tan pocos ni tan aislados, los que hacemos las
cosas por la satisfacción personal de hacer lo correcto.
La nota graciosa viene de parte de los
materialistas, que nos ven como Locos, inadaptados, que vamos en contra de
corriente, mientras en realidad somos los responsables de todos los grandes e importantes
cambios que han impulsado a la humanidad hacia adelante, pues actuamos por puro
amor a la humanidad.