Noche sin luna, oscura y despejada, para
muchos algo siniestro, para mí una invitación aceptada de la joven noche que me
pidió que la acompañase. Juntos nos fuimos a los confines de universo,
desde aquí todo parece estar en calma allá arriba, las galaxias tan lejanas
apenas parecen un punto en forma de estrellas. La noche y yo nos divertíamos a
lo grande, hasta ese punto me sentía grande, luego reflexione y vi lo
insignificante que somos, pero aun así, me sentí muy especial pues la noche me escogió
a mí, y yo estaba feliz, la tuve en mis brazos, viajamos en el tiempo por el espacio… tuvimos
tiempo para todo, hablamos del pasado, mientras disfrutábamos el presente y
fantaseamos con el futuro. Fue Magnifico, mágico, y especial. Una noche sin
igual… Se nos acaba el tiempo me dijo, ya puedo ver al sol envidioso acercarse
a toda prisa, y no le gusta que veamos más
allá de su resplandor…. Nos dimos el último
beso sellando el destino para nuestro próximo encuentro…
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