Justo como era la costumbre a las 7:00 AM
su canción favorita rompió el silencio de la habitación mientras sus ojos les
daban la bienvenida el nuevo día que tenía en por delante, mientras se dirigía al baño como era su
rutina, solo que eso fue lo único rutinario de ese día. Pues cuando se miró al
espejo, no reconoció su rostro. El del espejo era un completo desconocido, un señor
mayor con menos cabellos en la cabeza y un el tono gris era el color
predominante; unas líneas que parecían caminos le atravesaban la frente y bajo
sus ojos unas bolsas que hacían triste su mirada. Estuvo en una especie de trance por varios
minutos, observando cada detalle del rostro de aquel desconocido. En principio
no podía comprender lo que estaba pasando, conforme pasaron los minutos fue
asumiendo que ese podría ser el, después de todo tiene un cierto parecido. Por su
mente pasaban muchas interrogantes, ¿Me habré vuelto loco? ¿Acaso ese soy yo? ¿Pero
qué está pasando? Cuando sin avisar una voz amable proveniente del extraño del
espejo saluda sin preocupaciones. –Hola, ¿Por qué tan sorprendido? Sera que
acaso no te reconoces, la juventud no
dura para siempre, tampoco la vida es eterna, tampoco has envejecido de la
noche a la mañana. Así que mejor, apúrate y aprovecha la magnífica oportunidad
de vivir, pero no olvides que la vida se vive mejor con las personas que
disfrutan vivir…
Luego de la charla comprendí que la única diferencia de hoy al resto de los días,
es que hoy lo recordare como el día que envejecí y me decidí a vivir mi vida rodeado
de personas positivas que contribuyan
tanto con mi felicidad como la de ellos mismos.
By Roibe Duran--
By Roibe Duran--
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