El continuo deterioro de las condiciones de
todos los aspectos por los que atraviesa la República Dominicana entiéndase las
condiciones sociales, la seguridad ciudadana, el mediocre sistema educativo, la
pésima calidad de los servicios médicos, más el paupérrimo y súper costoso sistema
eléctrico, y como si todo eso fuera poco, súmele la acusación que ha hecho un
narcotraficante de que los cuerpos castrenses,
sistema judicial, congreso y en su momento hasta el poder ejecutivo permeado
con narcotráfico. Esta debe ser la gota que derrame la copa, este debe ser el
momento en que dominicanos deben dejar de un lado las divisiones políticas y
unirse como dominicanos por el bien común.
Esto no es cuestión de partidos y si así
fuere, los primeros que tienen que exigirles a su líder y ex-presidente Leonel Fernández
que dé la cara ante las acusaciones y que se ordene una investigación para
determinar si está implicado o no en este caso, deberían ser los mismos Peledeistas.
Independientemente del resultado, una cosa
si es segura, la Republica Dominicana se merece un futuro mejor que el que se
pronostica en este momento, en donde la decadencia moral ha alcanzado niveles
muy alarmantes, donde la corrupción y la impunidad caminan de la mano
destruyendo todo lo que tocan. Esto no es sobre partidos políticos, esto nos
concierne a todos, es hora de que las cosas vuelvan a lo básico, donde el
pueblo es el jefe y los políticos electos son simplemente nuestros
representantes y todos buscamos el bien común. Un pueblo unido jamás será vencido, ni
vendido, ni humillado, ni burlado, ni mucho menos violado.
El sol no se puede tapar con un dedo y aunque quizás algunas cosas han sido bien ocultadas siempre será cuestión de tiempo el que la verdad salga a la luz.