viernes, 12 de abril de 2013

La Felicidad.


La Felicidad.
Todos queremos ser felices, pero ser felices no es una tarea fácil. Algunos pasan incluso su vida entera intentando ser felices, pero sin llegar a serlo. Esta búsqueda hace tan difícil, básicamente porque estamos buscando en lugares equivocados, sin las  herramientas adecuadas y lo peor de todo, estamos buscando algo que muy pocos han visto y que aunque creemos tener una idea de su aspecto, realmente no sabemos como es.
Muchos piensan que acumular riquezas los hará felices, tras esa creencia, estos dedican su vida exclusivamente a tratar de ganar mucho dinero. Se hacen esclavos del deseo de poseer dinero, se convierten unos materialistas, a quienes  solo les interesa el cómo obtener y acumular dinero, su ambición algunas veces los desborda haciendo que estos en unos miserables. Estos buscadores de la felicidad, terminan tan desviados  de su objetivo que aun logrando acumular todo el dinero del mundo, quedan aun más infelices de lo que eran antes de tener dinero. Ejemplo de esto, son los políticos y  congresistas de Rep. Dom. a quienes su ambición los lleva a vender a todo el país, sin importarle nada ni nadie, solo su comisión.
Aunque podría pasar bastante tiempo haciendo mención sobre distintas pero erradas formas de buscar la felicidad, prefiero presentarles el verdadero camino que los llevara directamente al tesoro incalculable que es ser felices.
Para ser felices se requieren solo dos requisitos imprescindibles y una condición, estos requisitos son tener un buen cerebro y un buen corazón, y no me refiero a los órganos, me refiero a tener  buenas ideas y tener buenas intenciones. La condición es que estos requisitos no deben ser divididos.  Con las buenas ideas, podemos crear, y con el buen corazón podemos compartir.  Con las buenas ideas, podemos buscar soluciones y con el buen corazón podemos ayudar.  La felicidad viene cuando los demás también son importantes en nuestras vidas.  Vivir sin hipocresías, vivir sin reservas, vivir cada día como si fuera el último. Hagamos el bien y hagámoslo bien. Recordemos que la vida es una y que la peor pobreza es la mental. 

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