Es irónico, aunque el tiempo ha pasado y ahora somos tan diferentes de lo que éramos en aquel entonces, tú sigues siendo la misma y yo sigo siendo el mismo.
Yo sigo siendo el mismo, solo que distinto, aprendí mi lección y ahora me dedico a tí, a susurrarte al oído que me gustas, tomarte en mis brazos, a besarte hasta quedar sin aliento, encenderte, embriagarte de pasión, a provocar tus gemidos, a que los dos perdamos el control, y olvidarnos de que el mundo existe, que nada más importa, sentir que solo existimos tú y yo.
Seguimos siendo los mismos... Locos de amor que nacieron para amarse, a los que la vida les dio una nueva oportunidad, la cual es mejor aprovechar, ya que ambos nos sentimos mejor estando juntos y comprendimos que es mejor tarde, que nunca.