miércoles, 7 de febrero de 2018

Mejor tarde, que nunca

Es irónico, aunque el tiempo ha pasado y ahora somos tan diferentes de lo que éramos en aquel entonces, tú sigues siendo la misma y yo sigo siendo el mismo. 

Tu sigues siendo la misma que amé desde que era un niño, la que con su belleza y sus encantos estaba presente en todos y cada uno de mis pensamientos, la que en sueños besé tanta veces y cuyo nombre aún susurran mis labios, la que con una sola mirada se robaba de una sola vez, mí valentía y mis palabras. la que el destino me arrebató sin dejar rastro, la misma que busque por tantos años y que al fin encontré.
Yo sigo siendo el mismo, solo que distinto, aprendí mi lección y ahora me dedico a tí, a susurrarte al oído que me gustas, tomarte en mis brazos, a besarte hasta quedar sin aliento, encenderte, embriagarte de pasión, a provocar tus gemidos, a que los dos perdamos el control, y olvidarnos de que el mundo existe, que nada más importa,  sentir que solo existimos tú y yo.

Seguimos siendo los mismos... Locos de amor que nacieron para amarse, a los que la vida les dio una nueva oportunidad, la cual es mejor aprovechar, ya que ambos nos sentimos mejor estando juntos y comprendimos que es mejor tarde, que nunca.